Luxemburgo continúa siendo uno de los países europeos más atractivos de cara a la inversión empresarial. Y lo es, en gran medida, por la regulación del Impuesto de Sociedades, que se caracteriza por una baja fiscalidad.

Estamos ante un régimen fiscal dividido en varios niveles. Las sociedades con residencia en Luxemburgo deben pagar el impuesto sobre la renta de sociedades (ISR o tasa CIT) a nivel estatal. A nivel municipal deben pagar el MBT.

Tipo impositivo para las entidades radicadas en Luxemburgo

La tasa CIT oscila en función de la base imponible:

• Si la base no es superior a 175.000 euros, la tasa aplicable será de un 15%.
• El tipo intermedio oscila entre el 15% y el 17% para empresas que tienen una renta imponible superior a 175.000 euros, pero que no exceda de 200.000 euros.
• Para las sociedades con una base imponible superior a los 200.000 euros, el tipo aplicable es del 17%.

Impuestos adicionales

Todas las personas jurídicas con sede en Luxemburgo deben pagar una cantidad equivalente al 7% de su CIT como contribución al fondo de empleo. Es decir, que una empresa a la que se le aplica un gravamen del 17%, paga un 1,19% de recargo a este fondo.

Por otro lado, está el impuesto empresarial municipal o MBT. En el caso de la ciudad de Luxemburgo, el gravamen es del 6,75%.

No obstante, estos tipos se pueden reducir si se hace uso de las exenciones de hasta el 25% por un período de ocho años que el país ofrece a las empresas extranjeras que se radiquen allí.

Existe un impuesto estatal que grava el patrimonio neto de las empresas llamado Net Wealth Tax (NWT). El NWT tiene un tipo de gravamen del 0,5% sobre la parte del patrimonio neto que sea igual o inferior a 500 millones de euros y del 0,05% para todo lo que exceda de esa cantidad.

Entidades sujetas al impuesto

El ISR se aplica a aquellas entidades que tengan la consideración de personas jurídicas según la Ley del Impuesto sobre la Renta. Es decir, la Sociedad de Responsabilidad Limitada  Privada, la Sociedad Anónima y la Sociedad Limitada Especial o SCSp.

El impuesto no se aplica con respecto a las entidades con transparencia fiscal, pero sus socios deben tributar en Luxemburgo de acuerdo con su participación en los ingresos de la sociedad.

En cuanto al pago del MBT, lo pagan incluso las asociaciones, puesto que lo que se gravan son los ingresos generados por actividades comerciales en el país. Sin embargo, ciertas personas jurídicas no pagan este impuesto si no llevan a cabo actividades de naturaleza comercial.

¿Qué se grava con el Impuesto de Sociedades en Luxemburgo?

El impuesto de sociedades luxemburgués funciona al estilo clásico y grava los ingresos corporativos realizados de forma efectiva.

Las utilidades se determinan de conformidad con el balance comercial, previa realización de ajustes según las reglas de valuación contable. Esto implica que las utilidades se ajustan fiscalmente de dos formas:

• Sumando todos los gastos que no son deducibles.
• Deduciendo los ingresos exentos y las pérdidas fiscales trasladadas.

Una particularidad del ISR de Luxemburgo es que todos los ingresos que tenga la sociedad se consideran comerciales, no se segregan por categorías. Todas las rentas reciben el mismo tratamiento fiscal, sin importar su naturaleza u origen.

Rentas sujetas al Impuesto de Sociedades

La regla general es que las empresas radicadas en Luxemburgo tributan allí por los ingresos obtenidos en cualquier lugar del mundo. Las que no son residentes quedan sujetas al pago de impuestos en el país si han obtenido en él las siguientes rentas:

• Beneficios comerciales procedentes de un establecimiento permanente o un representante permanente en Luxemburgo.
• Rentas de alquiler de bienes inmuebles ubicados en el país.
• Ganancias por la venta de bienes inmuebles radicados en el país.
• Ganancias a corto plazo que se deriven de la venta de una participación sustancial (una participación del más del 10%).

Deducción de las pérdidas fiscales

Las pérdidas fiscales se pueden deducir como gastos especiales y compensar rentas imponibles luxemburguesas, no solo las derivadas propiamente de la actividad. Siempre y cuando estén debidamente contabilizadas.

Desde 2017, el arrastre de pérdidas está limitado a un total de 17 ejercicios fiscales. Agotado ese plazo, no será posible su deducción. Por otro lado, tampoco está permitido el traspaso de pérdidas de un accionista a otro tras la adquisición de la empresa por un tercero.

El verdadero atractivo de Luxemburgo para las sociedades

Más allá de unos tipos de gravamen del ISR que son más bajos que en otros países europeos, el gran atractivo que ofrece Luxemburgo a las empresas extranjeras es que no aplica ningún tipo de retención sobre los intereses y los royalties que las filiales radicadas en su territorio hagan a sus matrices en otros países.

Además, ofrece exenciones a los dividendos de las sociedades en ciertos casos y también de cara a las plusvalías y  las ganancias de capital obtenidas por la venta o transferencia de activos. Por el contrario, en el caso de España los rendimientos de capital se gravan al 19% si van destinados a otro país europeo y al 24% si su destino son terceros países.

Todo esto ha hecho de Luxemburgo un lugar especialmente interesante para que las empresas tengan allí sus sedes. Aunque siga siendo algo que no gusta del todo a la Unión Europea, tal y como ha reflejado en diferentes informes.

¿Quiere llevar su empresa a Luxemburgo u otro país?

Relocate&Save es una red internacional de expertos en derecho fiscal formada por una docena de despachos de primer nivel. Si desea cambiar su residencia fiscal para reducir la factura fiscal, no dude en contactarnos.

Y si no tiene claro cuál es su destino fiscal ideal, le recomendamos la lectura del informe «Los tres mejores destinos fiscales del momento», disponible gratis a continuación.